«¿Cómo podemos responder a las exigencias de cambio del tiempo presente custodiando el carisma?». Esta pregunta del Santo Padre Francisco a los miembros de Comunión y Liberación en la audiencia del 15 de octubre de 2022 resuenan en mi cabeza y en mi corazón desde que la leí. Por eso afrontábamos la ocasión de presentar El sentido religioso de don Luigi Giussani como algo tan importante para todas las comunidades del mundo que no queríamos dejarlo pasar como una actividad más sino con el deseo de vernos implicados nuevamente hasta la totalidad, de modo que propusimos un encuentro cultural donde, a través de canciones y pasajes del libro, fuéramos descubriendo los pasos que don Giussani nos propone para vivir intensamente la realidad.

La Casa del Joropo fue el lugar que acogió la presentación del libro, una academia de nuestra música tradicional llanera dirigida por América Rey, sobrina de Luis Ariel Rey, compositor de la famosa canción llanera Ay si si, que siempre cantamos en nuestros encuentros. El tenor lírico Guillermo Pardo y su familia, amigos desde la época en que celebrábamos el festival de Encuentros Villavicencio, agradeció este momento: «para nosotros fue un honor poder compartir un pedacito de nuestras vidas buscando que pueda ser de aporte en las vidas de los que escuchan nuestras canciones. Estos encuentros son bellos para el que escucha la historia y para quién la cuenta».

El empresario Llanero Melquisedec Valero testimonió cómo El sentido religioso lo ha acompañado en su método de fabricación del queso y en su camino empresarial. «Mucha observación y poco razonamiento conducen a la verdad» y «el método lo impone el objeto» son premisas que han acompañado durante años el sentido de su vida y su empresa familiar. El padre Rubén Roncolato, de la Fraternidad San Carlos Borromeo, retomó la intervención de cada uno de los participantes haciendo un recorrido por los diversos pasajes del libro. «Agradezco al Señor estos días que he podido pasar con ustedes. Me ha sorprendido la cantidad de encuentros en tan poco tiempo, espero que el Señor pueda seguir bendiciendo lo que viven juntos y que las semillas plantadas puedan florecer».

Agradezco a Dios que, como siempre, me retoma al organizar gestos como este extraordinario encuentro donde fue evidente para todos en quién se apoya nuestra esperanza en los momentos difíciles y en los días maravillosos, anunciando al mundo que solo en Dios y en esta compañía que nos da reside la fuente viva de esperanza que busca todo ser humano en su corazón. Pido seguir custodiando la pregunta del Santo Padre y que podamos seguir descubriendo el potencial de nuestro carisma encontrando los modos y los lenguajes para que el carisma de don Giussani alcance nuevas personas y nuevos ambientes.
Sandra, Villavicencio (Colombia)