Queridísimos Maria Cristina y Gilberto:
Os escribo después de conocer la noticia de la muerte de vuestra hija Maria y sus amigos. Ante un misterio tan profundo, pido a la Virgen que os consuele y que sostenga a todas las familias, trabajadores y voluntarios de Cuore21. Junto a todo el movimiento, vivimos con vosotros un dolor indecible por esta separación como un reclamo a nuestra conversión. «Y a vivamos, ya muramos, somos del Señor. Pues para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de muertos y vivos» (San Pablo). Solo porque participamos de Su presencia, estamos seguros de que la vida no acaba y que María va al encuentro del Padre, que la ama.
Encomendamos a don Giussani vuestras vidas y vuestra obra.
Un abrazo,
Davide

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Querido Davide:
Tu consuelo ha llegado inesperadamente, como inesperada es la compañía que estamos recibiendo de tantos amigos que nos han buscado de diversas maneras. La experiencia que estamos viviendo conlleva un gran dolor y un gran vacío, pero al mismo tiempo vemos brotes maravillosos que suceden a nuestro alrededor. Tenemos un vacío necesitado de amistad y compañía, no sabríamos explicarlo mejor.
El día que nació Maria, afectada por el síndrome de Down, nos enfadamos con Dios. Luego, un largo camino nos llevó a verla como el más hermoso don que hemos recibido, un don que con el tiempo ha hecho florecer la vida a nuestro alrededor y que ha hecho crecer a nuestra familia.
Ahora el Misterio se ha llevado violentamente a Maria con Él y, como dice Cristina, no solo ha recogido una flor, sino un ramo entero. La memoria de tantos “sí” dichos con fatiga a lo largo del camino nos hace confirmar ahora, con decisión, un “sí” a este acontecimiento tan dramático. A pesar de todo, un “sí” lleno de gratitud.
Con la presencia de tantas personas que se han unido a nosotros en la vigilia de oración ha cobrado vida el abrazo del Misterio, que ha decidido llevarse a Su casa a nuestros seres más queridos. Lo que ha sucedido no tiene ninguna explicación humana, la vida es un misterio, tanto la compañía como los amigos están haciendo que nos convirtamos en terreno fértil para el crecimiento de la conciencia del amor de Dios por nosotros, un amor que pide nuestro “sí” en cada momento. Ese es el verdadero trabajo al que se nos llama
Teníamos previsto estar en Roma para la audiencia con todo el movimiento y también iba a ir Maria con nosotros. Por desgracia, no podremos estar presencialmente, pero lo seguiremos por los medios de comunicación.
Te pedimos que nos lleves contigo, a las familias amigas que han perdido a sus familiares, y también nuestro trabajo en la obra que hemos construido, y que le pidas al Santo Padre que nos sostenga en nuestro inmenso dolor. Jesús decía que Su yugo es dulce y Su carga ligera, pedimos a todos nuestros amigos que nos ayuden a soportarlo. En tus palabras he sentido el abrazo de Giussani en esa foto donde se ve su rostro y sus manos abrazando a una persona.
Con gran estima por tu dedicación a todos nosotros, te damos las gracias de corazón y te abrazamos.
Gilberto y Maria Cristina