El Meeting por radio en Argentina

Argentina. «Nuestro Meeting en la radio»

La semana de Rímini también se ha vivido a más de 11.000 kilómetros de distancia. Por una sola razón: «Quiero entender por qué están tan contentos»

En 2018 mi padre fue al Meeting de Rímini. Todavía recuerdo la alegría de su rostro cuando nos contaba con otros amigos lo que había vivido aquellos días. Yo pensaba: «Quiero ir al Meeting. Quiero entender por qué están tan contentos». Este pensamiento me acompañó hasta que en 2020, debido a la pandemia, fue posible participar de manera virtual. En aquella ocasión vi la exposición titulada “Vivir lo real”, una experiencia que cambió mi manera de estudiar. La vida, tal como es –se decía en la exposición–, es digna de ser abrazada porque es para mí, alguien la ha hecho para mí, alguien me la ha donado.

Este año, movidos por el estupor que el Meeting nos causó ese año, queríamos vivirlo más a fondo y propusimos algunos de los actos a la emisora de radio Los Locos de la Azotea, invitando a algunos representantes locales. Andrea se encargaba de presentar los programas, cuatro piezas dedicadas cada una a un tema (la paz, el lema “Una pasión por el hombre”, la política y la educación), donde proponíamos fragmentos de los diálogos que habían tenido lugar en Rímini y pedíamos a nuestros interlocutores argentinos que nos mostraran la pertinencia y actualidad de esos temas en el contexto de nuestro país y de América del Sur. El equipo estaba formado por ella y por un grupo de estudiantes universitarios y bachilleres. Luego hubo dos momentos “presenciales” organizados por Adriana: uno sobre la figura de Alberto Fariña Videla, un psicólogo que conoció el carisma de CL cuando conoció a don Francesco Ricci, y otro sobre la historia y cultura de los pueblos indígenas.

Y ahí estaba yo, llena de curiosidad por ver lo que sería el Meeting este año. Resumiendo, ha vuelto a sucederme lo mismo que en 2020. He trabajado con personas con las que nunca habría esperado trabajar, he hecho nuevas amistades, he entendido la preferencia del Señor para permitirme vivir y participar en este acontecimiento aun estando enferma. He comprendido que el Meeting es una compañía presente y viva. En otras palabras, me he sentido abrazada y acompañada. Ha sido como tener un nuevo amigo. Lo único que puedo decir con sencillez y con fuerza a la vez es “gracias”.
Amparo, Buenos Aires (Argentina)