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Universidad. «¿A Quién digo “sí”?»

La complicada decisión de presentarse al consejo de estudiantes le lleva a la vorágine de una multitud de encuentros, pero «cada uno de ellos ya llevaba dentro “todo”»

Soy estudiante de Filosofía y este año, fiándome de algunos amigos, he decidido asumir un riesgo y presentarme a las elecciones universitarias al Consejo de estudiantes. Habría dicho que “no” con tal de ahorrarme el esfuerzo y el cansancio, y evitar así tener que enfrentarme continuamente a mis límites. Sin embargo, ese “sí” que la realidad me ha arrancado ha sido lo más verdadero que podía responder.

Intentando buscar apoyos por todas partes, me encontré con una chica que también había presentado su candidatura en otra lista, pero no la habían aceptado. Cuando le mandé mi mensaje explicando las razones de mi candidatura y mi petición de voto, me respondió: «Lamentablemente, somos “rivales”, si me permites el término, pues yo tampoco pienso en esto como en una competición».

Seguimos hablando y en un momento dado vimos que compartíamos el mismo cansancio por las clases online y me confesó que debido a ello se había quedado un poco atrás. Yo le conté que me ayuda mucho poder conectarme desde la biblioteca y no estar sola, y como respuesta me propuso estudiar juntas.

Desde entonces hemos hablado varias veces. Al principio sobre las elecciones, pero poco a poco también de la vida. Una vez me contó que el Covid había entrado en su familia y que su abuelo estaba bastante grave. El mío había muerto hacía unos días y el suyo falleció a la semana siguiente. Compartimos el dolor y hablamos sobre cómo poder seguir adelante. Pero también volvieron nuestras conversaciones apasionantes sobre las elecciones, a medida que se acercaba el voto.

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Han sido dos meses llenos de encuentros y de vida. Las elecciones me han ocupado por entero, pero me doy cuenta de que cada uno de mis encuentros llevaba ya “todo” dentro y por eso ha merecido la pena decir “sí”. Nunca habría podido aceptar la propuesta electoral si no hubiera intuido esta promesa de vida, pero la realidad ha superado todas las expectativas.

Al final mi lista perdió, pero la victoria de Cristo salta a la vista. En la universidad no podemos estar desempeñando un rol sino moviéndonos juntos, por eso este desafío ha sido tan radical, porque en el fondo, «¿a Quién dije “sí”?».
Eleonora, Florencia