Bakú, Azerbaiyán

Azerbaiyán. El milagro de nuestro inicio

Mientras la guerra continúa, las comunicaciones con el exterior se han bloqueado y los colegios han cerrado por el Covid, la comunidad de CL de Bakú se reúne alrededor de una pantalla para seguir la Jornada de apertura de curso

Al terminar la Jornada de apertura de curso en Bakú, el obispo Vladimír Fekete concluyó su breve intervención con una frase de Albert Einstein: «Hay dos formas de vivir la vida. Una es pensar que no existen los milagros. La otra es pensar que todo es un milagro». Un pequeño grupo de cinco personas y el obispo, reunidos delante de la pantalla del portátil de mi hijo, han sido para mí el signo del milagro de nuestra fe. Mientras la guerra continúa a pesar del alto el fuego, los niños con van al colegio por el Covid, las comunicaciones están bloqueadas y no podemos llamar a mi hija, que está estudiando en Madrid, ni a mis padres, que viven en Italia, este gesto ha sido un verdadero milagro.
Samir, un ingeniero azerí que habla un poco de inglés, trajo también a su hijo que, aunque no entiende el inglés, pudo seguirlo un poco gracias a la traducción de nuestro amigo Miko, que el año pasado recibió el Bautismo después de conocer el movimiento. Acabamos el gesto con un té y un trozo de tarta.
¡Buen comienzo del curso!
Carta firmada

La Jornada de apertura de curso en Bakú