Hacia las europeas. Listas, zancadillas... ¿y esa foto?

Un representante de estudiantes en la universidad narra su experiencia con los candidatos "adversarios". Desde la campaña electoral hasta el último Consejo de Facultad, un trabajo juntos que «nos ha cambiado a todos»

En época de elecciones universitarias, la pregunta planteada por un amigo ha supuesto un verdadero desafío: «Pero ¿por qué crees que la gente os va a votar? ¿Porque sois "buenos" o porque al conoceros ven una esperanza que desean?». Me ha hecho volver a mirar lo que está pasando en la universidad.

Unos días antes, en una reunión, algunos candidatos expresaron su preocupación de parecer ingenuos en su forma de moverse y por eso habían decidido responder adecuadamente a todas las "zancadillas" que habían recibido de las otras listas durante la campaña electoral.
Yo conté por qué esta postura no me cuadraba. Hace dos años, en campaña electoral, frente a la dificultad de ir al encuentro de compañeros desconocidos, le pedí a otro candidato de mi curso ir juntos a presentarnos. Todo el mundo se quedó muy sorprendido por esto, porque supuestamente él yo teníamos que ser adversarios. Finalmente nos eligieron a los dos.

Hace unos días volví a repetir esta experiencia. Con ocasión de nuestro último Consejo de Facultad, los representantes decidimos dar un discurso de agradecimiento. Me impactó mucho que uno de nosotros quiso, hasta dos veces, dar las gracias a todos los profesores por su riqueza humana y por todo lo que había podido crecer. Justo él, que hace dos años quería dejarlo por unos episodios ocurridos dentro de su grupo de estudiantes.

Después del Consejo, nos sacamos una foto para publicarla en redes. Al día siguiente, me llamó mi hermano y me preguntó: «¿Pero quiénes son esos chicos que están contigo? ¿Por qué tenéis esa cara de felicidad? ¿Qué es esa unidad tan evidente entre vosotros? ¿Ellos también son del movimiento?». Pertenecemos a listas distintas y solo tres vivimos la experiencia del movimiento. No obstante, en estos dos años, han pasado hechos que nos han cambiado a todos y nos han hecho amigos. Amigos en el sentido más verdadero del término: nos hemos dado cuenta de que cada uno de nosotros, tal como es, con lo que lleva, es un bien para los demás. De ahí nace, del trabajo juntos, el bien común. Que existe ya antes: en Aquel que me ha permitido ponerme en juego con ellos, en las situaciones que se nos han presentado en estos dos años como representantes del Consejo de Facultad.
Elia, Milán