Fidenza, ayuntamiento

Europa. Los puentes de Fidenza

Una amistad entre personas distintas, por edad, origen y sensibilidad, que ha generado muchas iniciativas y encuentros que saben a "bien común". Y que ha empezado a cambiar el rostro de un pequeño pueblo

Relación y deseo. Desde hace unos años, estas palabras unen a unas veinte personas de edades y sensibilidades distintas en nuestra ciudad, Fidenza. Por ejemplo, de experiencias religiosas distintas. Hay quien viene de Acción Católica, otros de CL, Fe y Luz o de la parroquia. Y luego hay miembros de distintas asociaciones, hay profesores, empleados, psicólogos, directores y gerentes públicos, universitarios, jubilados... Unidos por una relación y un deseo.

Una “relación” porque no es suficiente verse durante años en entornos institucionales o eclesiásticos, hay que mirar al otro no por el cargo que desempeña, sino por lo que "es". Y luego un "deseo", el de contribuir a superar los muros ideológicos y buscar elementos de "bien común", proponiendo ocasiones de diálogo donde compartir las necesidades de los que viven en nuestro pueblo.

De aquí nace la idea de una escuela para padres, una iniciativa que, de enero a mayo, ha involucrado a centenares de padres en una serie de actos y que representa una oportunidad de encuentro a la que se ha invitado a muchos sujetos, públicos y privados, que operan en el ámbito de la educación y de los jóvenes. Las estadísticas de la página de Facebook del Ayuntamiento son verdaderamente asombrosas: los videos de los ocho encuentros, por ejemplo, han registrado 23.000 visualizaciones y han alcanzado a 60.000 personas.

Otra iniciativa. Desde hace más de veinte años, en marzo, Medicina y Persona organiza en Fidenza una cena para apoyar uno de los proyectos de la ONG italiana AVSI, una velada a la que se invita a compañeros, amigos y personas que cada uno conoce en su vida diaria. Es un momento sencillo de convivencia que, gracias también a un lugar bonito y acogedor y a un riquísimo menú, se convierte en una oportunidad de escuchar testimonios que conmueven y desafían la libertad de todos. Este año, sobre todo, además de los amigos de AVSI, hemos invitado a una familia de médicos de Milán: tienen cuatro hijos y han decidido acoger, por unos meses, a un chaval de Senegal que llegó a Italia en patera, tras dos años de peripecias, todo esto dentro de una red de solidaridad hecha de amigos del barrio, compañeros e instituciones del ayuntamiento. Su testimonio nos permitió entender que una experiencia similar no solo es posible para cada uno de nosotros, sino que también es conveniente desde un punto de vista humano: una gran oportunidad a la que el papa Francisco nos reclama invitándonos a acoger.

Otro ejemplo. ¿Quién habría dicho que un día en el Meeting de Rímini de uno de estos amigos de Fidenza se pudiera convertir en una "Semana del consuelo", bajo el lema "Alma y cuerpo: el valioso trabajo de los paliativos", involucrando al Ayuntamiento, al centro de salud, a Medicina y Persona, y asociaciones de voluntariado locales?

La idea era llevar a Rímini a dos mujeres que trabajan en el Ayuntamiento, la concejala de Asuntos Sociales y la responsable de los agentes sociales, que nunca habían ido al Meeting, para que pudieran conocer a Silvio Cattarina (responsable de la comunidad de menores "El imprevisto" de Pesaro) y tener un diálogo con él sobre la escuela de padres, que estaba dando los primeros pasos.

Aprovechando la ocasión, les llevamos también a ver la exposición del Banco Farmacéutico sobre Cecile Sauders y los hospicios. La concejala, que también es agente social, se quedó muy impactada y pidió llevarla a Fidenza, con la idea de convertirla en el acto central de la "Semana del consuelo" que asociaciones públicas y privadas dedicadas a la asistencia y atención domiciliaria organizan en la ciudad. Una idea que se ha hecho realidad este mes de mayo.

Trabajando sobre el documento de CL sobre Europa, habría muchos más ejemplos que relatan, sobre todo, encuentros personales, nacidos a raíz del trabajo que acabamos de contar. Todos, sin embargo, tienen un denominador común que sale a la luz de forma evidente.

Está claro que los "puentes" se construyen cuando uno busca de verdad un encuentro con el corazón del otro y no sigue un proyecto por defecto. Existe un "mar" de necesidades y de soledad imposible de atravesar, pero frente al cual se puede descubrir que lo que puede marcar la diferencia son "personas o momentos de personas" donde experimentar que es posible vivir y mirar la realidad de forma más verdadera y humana.
En Fidenza tenemos también las elecciones municipales, además de las europeas, pero el criterio es el mismo: basta de muros y autorreferencialidad. Hay que fomentar los lugares de encuentro y de construcción, "pequeños" hechos a través de los cuales se puede experimentar la posibilidad de una relación y una respuesta a las necesidades, con cualquiera que tenga el deseo de implicarse en primera persona.
Stefano, Lucia, Fernanda, Simona, Fidenza (Parma)