Venezuela. El alba y la certeza

Muertos en las calles, un país sacudido, al borde de una guerra civil. Y una gran incertidumbre. «Como los discípulos tras la muerte de Jesús», escribe un amigo. Hay que rezar y trabajar, donde y como sea posible. «Porque Él es nuestra esperanza»

Hola, el alba es algo inevitable y auténtico. El sol saldrá siempre. La atmósfera en Venezuela, tres una jornada intensa y una noche con varios momentos de represión, es la de un país sin Estado. Imagino la incertidumbre de los discípulos tras la muerte de Jesús… ¡Qué dilema! La diferencia es que la gran certeza de nuestra vida es la resurrección de hace dos mil años que podemos encontrar y vivir hoy. Cristo es la clave para ver hoy cada cosa como algo nuevo. Responder a lo que va a pasar es un análisis político que no resuelve el dilema de esta mañana. La postura que me parece más razonable es la de san Benito: rezar y empezar a trabajar donde y como sea posible. Cada uno con su tarea, siempre intentando ayudarse y vivir en comunidad. Porque Él es nuestra esperanza.
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