Alcamo, Castillo de los Condes de Modica

El raggio con el obispo

Los bachilleres sicilianos y la paternidad de monseñor Fragnelli. Un insólito compañero de camino y su regalo, en el corazón de la ciudad. Para «ver cada vez más el rostro de Dios»

El 21 de abril nuestro obispo, monseñor Pietro Maria Fragnelli, con ocasión de su visita pastoral a Alcamo, participó en el raggio de GS. Su mirada se notaba llena de conmoción mientras los chavales iban contando su experiencia uno tras otro. Irene: «La grieta que reconozco en mí es una oportunidad. Soy libre cuando pertenezco a Dios». Martina: «Si tengo estima de mí misma y me quiero, es porque vivo lo cotidiano con libertad. El problema es tener ojos y no ver». Marco: «Antes no veía a Cristo, me decían que Él estaba, pero yo no sabía dónde encontrarle; ahora, después del Triduo, sé dónde está Jesús, en estos rostros y en esta compañía». Martina: «Antes de conocer GS yo existía, ahora vivo». Michele: «Supero mis miedos gracias a la conciencia de que Jesús me está haciendo».

A lo largo de estos años, el obispo nos ha visitado varias veces y nos ha animado a continuar adelante siguiendo lo que más nos corresponde: el carisma de don Giussani. Ante una petición explícita de Michele, un chico de GS a punto de acabar el bachillerato, de tener un lugar distinto de la parroquia, es decir una sede donde poder quedar con los amigos y contar la belleza de la compañía de GS, el obispo quiso cedernos una sede en el casco antiguo, una pequeña iglesia del siglo VIII en el corazón de la ciudad, en una pequeña plaza donde los jóvenes de Alcamo quedan por la noche hasta tarde.

Raggio de GS de Alcamo con monseñor Pietro Maria Fragnelli

Al día siguiente escribí al obispo para darle las gracias: «Excelencia Reverendísima, a raíz de su visita pastoral a Alcamo nuestro corazón está lleno de gratitud por la compañía concreta que la Iglesia nos hace en nuestro camino de fe. Su presencia entre nosotros nos colma de una plenitud que nos dice: no estáis solos, Dios se hace compañero de mi camino, de nuestro camino, también a través del pastor de nuestra Iglesia de Trapani. Estoy conmovida por las bonitas palabras que ha dirigido a GS, reclamando a los chavales a buscar “verdaderos testigos” para poder levantar la mirada y ver cada vez más el rostro de Dios». El trabajo de estos años y la compañía concreta que nos hemos hecho con los chavales han acrecentado en nosotros el deseo de permanecer en la propuesta de GS, propuesta educativa interesante en primer lugar para mí.

Erina, Alcamo