El cambio de María

Tras un encuentro inesperado, María empieza a mirar las cosas de un modo distinto. Sin embargo, hay algo que le inquieta: «¡es que hago una cosa bien y cuatro mal!». ¿Será que tienen razón los que le dicen “nunca cambiarás”?

María ha pasado siempre como alumna conflictiva. Peleas continuas y expulsiones de clase son el grueso de su expediente. Pero María ha empezado a cambiar por una encuentro impensado para ella. Sin embargo todos, profesores y compañeros, le repiten “nunca cambiarás”. Una antigua compañera de guerra la busca continuamente porque se siente abandonada tras el cambio de María. Como no consigue arrastrar de nuevo a María a las andadas ha ido directamente a amenazarla a ella, a sus amigas y a mí, a quienes cree causantes del cambio. Al final María sin quererlo se ve enzarzada en la pelea, pensando que así nos defendía a los otros y a mí. María ganó la pelea, aunque no está contenta.
«Me dicen que no he cambiado, que nunca cambiaré. ¿No se puede cambiar?», me pregunta. «María, ¿tú ves un cambio dentro de ti? Haz un juicio por ti misma y no por lo que digan los demás». «A veces me parece que sí y otras que no». Evidentemente se refiere a las consecuencias del cambio, que muchas veces no ve. Le respondo: «¿Pero tú ves un cambio dentro de ti misma, al percibir la realidad que te rodea, al juzgar las cosas que te suceden; un cambio en lo más profundo de ti misma, más claro el deseo que llevas dentro?». «Yo creo que sí» me dice. Entonces está contestada tu pregunta, eres tú misma la que tiene que juzgar y no los otros por ti según su prejuicio. «¡Pero es que hago una cosa bien y cuatro mal!». «María, la vida no es un balance comercial. La vida es un camino, cuando uno sabe por qué camina y a dónde va los errores ya no son un obstáculo insalvable, incluso se puede aprender de ellos; te sales del camino pero vuelves porque sabes a dónde vas». La duda: «¿Cómo puede usted estar seguro de que seguiré este camino si cada día es un reto?». «Yo no soy adivino, pero desde luego lo que te ha sucedido es más fuerte que tu mal». María: «Este camino es mejor que el que estaba llevando, y con Quien me he encontrado es lo máximo».
María sí ha cambiado. Mejor, ha sido cambiada. El resto lo dará el tiempo siguiendo a Quien encontró.

Andrés Bello