¿De dónde le viene esa tristeza?

«Dos que estáis juntos y sentís la tristeza de lo que falta, de lo que no podéis daros el uno al otro. Empezad a mirar esto porque es lo que os podrá permitir crecer en la relación. Es el espacio sagrado de Aquel que os ha dado vuestro amor»

Veo a Pedro más serio de lo habitual. «¿Qué te pasa Pedro?». «Profe, es que tengo una dificultad con la chica con la que estoy saliendo. Se ha pasado el fin de semana diciéndome que está triste, y no sé qué decirle». «¿De dónde le viene esa tristeza? ¿Le ha ocurrido algo?», le pregunto para ir aclarando la dificultad. «Profe, yo ya sé que esa tristeza es la ausencia que siente de Otro». «Pues entonces la tristeza de esa chica ya no es una dificultad, ¿no?», afirmo yo.
Parece que no está tan claro que no sea una dificultad porque a Pedro no le salen exactamente las palabras y al final Pedro lo reduce a cómo decirle a ella que es Otro quien la llama. «El primer problema a afrontar no es lo que tienes que decirle a ella. Lo primero es ver qué pasa en ti cuando estando con la chica que quieres te dice que está triste». «Lo que me pasa es que yo también estoy triste al darme cuenta de que yo no lo soy todo para ella, porque estando juntos ella no tendría que sentir ninguna ausencia». «Ahora sí, amigo—le respondo—, empieza por ahí. Dos que estáis juntos y sentís la tristeza de lo que falta, de lo que no podéis daros el uno al otro. Empezad a mirar esto porque es lo que os podrá permitir crecer en la relación. Es el espacio sagrado de Aquel que os ha dado vuestro amor».

Andrés Bello