Triduo Pascual en Buenos Aires

Puntos Corazón

Jorge, un joven de Córdoba (Argentina), se desplazó a Buenos Aires para participar en el Triduo Pascual en la casa de las Servidoras de la Presencia de Dios. Allí se unieron al Via Crucis de Comunión y Liberación, signo de la amistad entre CL y Punto Corazón

Al llegar a la casa de las Hermanas nos esperaban con una cena, nada común, era en conmemoración a la última Cena de Jesús con sus discípulos, se trataba de conocer cómo era la costumbre de celebrar la Pascua para los judíos. Fue un hermoso gesto para adentrarnos en el Misterio que devenía.
Luego de la cena, la celebración de la Eucaristía y la tradicional visita por las siete iglesias del barrio. Para mí fue un descubrimiento hermoso de la ciudad, donde cada párroco nos brindó su acogida y nos iluminó sobre cómo vivir esos días. Fue impactante el caminar por las calles con tantos peregrinos que de templo en templo iban aumentando en número y en silencio.
El Viernes Santo empezó siguiendo a un gigante: Juan Pablo II nos acompañó durante todo el Triduo, para enseñarnos por qué Cristo aceptó sufrir, por qué podemos unir nuestro dolor al suyo. Y cómo Él nos enseña a llevar la cruz, a inclinarnos sobre el sufrimiento del otro.
Por la tarde, participamos del Via Crucis por las calles de Puerto Madero, organizado por Comunión y Liberación. Un increíble gesto, a imitación del camino de Cristo al Gólgota, hubo gente que se detuvo en el camino, hubo otros que no sabían qué era aquel suceso, fue un caminar silencioso, constante y sobre todo provocador.
Por la noche, en la Basílica del Perpetuo Socorro, disfrutamos de La Pasión según San Juan, de J.S. Bach.
El Sábado Santo fuimos invitados a conocer el Museo de Bellas Artes con Graciela, quien nos introdujo en el arte argentino. Descubrimos, a la luz de sus palabras y de la pasión en sus ojos, cómo el sufrimiento tantas veces es inspirador y motor de cambio y de reflexión.
A la noche vivimos la Vigilia Pascual en la parroquia Ntra. Señora del Pilar, donde la historia se unía al arte y a la Liturgia, un cálido coro de jóvenes animó la fiesta y terminamos la noche brindando y cantando en la casa de las Hermanas.
El día de la Pascua lo vivimos en familia, todos juntos celebramos este triunfo de Cristo que nos devuelve la vida. ¡¡Resurrexit, sicut dixit, alleluia!!

Jorge