Via Crucis en la Zona Cero y Washington DC
Con ocasión del Via Crucis promovido por Comunión y Liberación en Nueva York desde el puente de Brooklyn a la Zona Cero, Juan Pablo II ha enviado el siguiente mensaje:
“Su Santidad el Pontífice Juan Pablo II saluda y asegura su cercanía espiritual a todos los que participarán en el Vía Crucis de Viernes Santo por las calles de Nueva York. Y reza para que esta peregrinación anual tras las huellas del Redentor guía a los presentes hacia la sincera conversión del corazón, a una unión más estrecha con el sufrimiento redentor del Señor Crucificado y a un renovado compromiso con el mensaje evangélico de libertad, justicia y paz. El Santo Padre imparte de corazón la deseada bendición apostólica, con la promesa de la alegría pascual”. Card. Angelo Sodano, Secretario de Estado. El Vaticano, 15 de abril de 2003.
Recientemente, don Luigi Giussani ha escrito: «La misericordia del Señor pone un remedio ya a nuestra existencia terrena, pues ya en este mundo puede darse la paz para unos o la desesperación para otros. Dios es misericordioso, el Misterio es una misericordia que conlleva la cruz. Una cruz con la que algunos cargan como castigo, penitencia y humildad, dentro de un camino pacificante, y otros como el sinsentido de una rabia ilimitada. Gracias a la misericordia se obtiene la ventaja del amor, que llega hasta el perdón. La salvación viene de seguir a Cristo, de identificarse con el sentimiento sobre el hombre que él tiene, y de invocar la gracia de que el hombre haga con su libertad lo que hizo Cristo con la suya: confiar su propia debilidad mortal en manos de la misericordia del Padre, del Misterio del ser… Por tanto, “no estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza” (Neh, 8, 10)».