La historia como instrumento educativo: Cristo en la Cruz y Cristo resucitado

Apuntes de la intervención final de Luigi Giussani en la Asamblea de Responsables de Comunión y Liberación
Milán, 11 de marzo de 2003

Os doy las gracias por brindarme la posibilidad de intervenir en esta coyuntura tan interesante para la historia de un movimiento y en una encrucijada como la actual. ¡Sinceramente, gracias! En vuestras intervenciones no he percibido ni un “respiro” que dejara de expresar de un modo u otro la fatiga y el trabajo, la luminosidad y la humanidad vuestra. Y nuestra.
Pocas veces he participado en una reunión tan intensa y atinada en el juicio, por tanto, capaz de abrir paso a una esperanza para la convivencia. Si volvéis a leer y a meditar los hechos, las expresiones y los juicios que han salido hoy... ¡estamos tranquilos!
Es como si el Señor nos dijera: os hago pasar por este trance porque quiero que podáis comprobar cómo os he amado, yo que soy el Padre creador, aunque no se puede olvidar cómo intervine en favor de los hombres, aceptando la muerte de mi Hijo.
¡Pero el Hijo resucitó! La historia para nosotros es la continuidad de la resurrección de Cristo; todo momento realiza la resurrección de Cristo en ella. Y al final de una etapa, al final de la historia, el mundo entero quedará convencido de la inteligencia que a Dios plugo manifestarnos y de la gracia afectiva con la que quiso colmar nuestro corazón.
¡No tengáis miedo! No temáis servir al Señor, servir a Cristo en toda circunstancia que nos ofrece.
Me ha conmovido un encuentro tan verdadero.
¡Gracias! Adiós.