¡Hasta siempre!
«Las circunstancias por las que Dios nos hace pasar son un factor esencial de nuestra vocación, de la misión a la que nos llama; no son un factor secundario. Si el cristianismo es el anuncio del hecho de que el Misterio se ha encarnado en un hombre, las circunstancias en las que uno toma posición ante este hecho frente al mundo entero son importantes para la definición del testimonio. En más, por cómo se da esta posición en nosotros se comprende hasta qué punto se vive la pertenencia»
(don Giussani, La Thuile, 17 de agosto de 1997).