La protección de menores y personas vulnerables

Siguiendo las indicaciones del papa Francisco y el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Comunión y Liberación ha preparado ciertos instrumentos para «no mirar a otro lado» ante las heridas que afligen también a la Iglesia. La carta de Carrón
Julián Carrón

Queridos amigos,

cuántas veces nos hemos dicho en estos años –con las palabras del papa Francisco– que estamos viviendo un verdadero «cambio de época». Cada vez se ven más claramente en cualquier latitud los signos de una mutación radical en las relaciones entre las personas, en la sociedad y en las instituciones. En los países tradicionalmente de cultura cristiana, además, cada vez resulta más evidente que el contexto social ya no es capaz de sostener los valores cristianos que durante siglos han caracterizado la vida de las personas.

Este profundo cambio que estamos atravesando supone para nosotros una gran provocación a no dar nada por descontado, y nos obliga a preguntarnos cotidianamente sobre cuál es nuestra esperanza, qué nos permite levantarnos por la mañana, ir a trabajar, amar, no escandalizarnos de nuestros límites, afrontar la vida sin miedo y sin violencia en las relaciones. Como hemos dicho otras veces, estamos llamados a dar un salto de autoconciencia... (sigue leyendo)