Ejercicios de la Fraternidad 2019. Primera meditación

Los apuntes de la primera meditación de los Ejercicios espirituales titulados «¿Hay algo que resista el embate del tiempo?» (Rímini, 13 de abril)
Julián Carrón

«Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8)

Frente a la pregunta: «¿Hay algo que resista el embate del tiempo?», la respuesta no pueden ser nuestros sentimientos o nuestros estados de ánimo, nuestros pensamientos o nuestros argumentos, que «a nadie interesan». Por ello, ¡miremos a la cara nuestra pregunta! No tenemos ningún miedo a tomarnos en serio las preguntas más desafiantes que puedan surgir en la vida: no queremos mirar para otro lado, no queremos conformarnos con consuelos baratos, queremos ser hombres y mujeres capaces de mirarlo todo.

En un encuentro de responsables, una universitaria me planteó de forma franca una pregunta que nos ayuda comprender el problema: «El pasado fin de semana hicimos una convivencia de dos días para acoger a los alumnos de primero que me pareció preciosa y que llegaba en un momento muy difícil de mi vida. Al final de la convivencia me di cuenta de que estaba distinta. El problema es que, al volver a casa, bastaron veinte minutos, sucedió algo pequeñísimo y volví a mi nerviosismo, como si lo que había pasado no me hubiese cambiado, como si no se mantuviese en pie todo lo bello que había sucedido en esos dos días. Por tanto, mi pregunta es: ¿qué sucedió allí y qué puede resistir después en la vida cotidiana?».

Esquematizando al máximo para que la cosa pueda resultarnos clara y sencilla, podemos decir que la situación en la que nos encontramos con frecuencia es esta: nosotros llegamos de una experiencia A (en este caso, un momento muy difícil) y sucede B (esa joven va a la convivencia y sucede algo que le descoloca, que le cambia), pero después de un rato, como si no hubiese sucedido nada, como si B no se hubiese producido, volvemos a A y nos encontramos como al principio. Parece que se desvanece lo que nos ha sucedido, que no tiene la fuerza suficiente para durar, para atravesar el tiempo, para seguir cambiándonos...