Julián Carrón en Ciudad de México (foto ©Erick Cerna)

Carrón en México. «Lo que permite llegar al fondo de los problemas»

Se presenta en Ciudad de México "La belleza desarmada". Para Leonardo Curzio, reconocido presentador, es «un libro que no puede dejar indiferente». La periodista Josefina Herrera comenta al autor: «perdón, padre, pero eres un provocador de la realidad»
Víctor Vorrath

Atentos para interceptar respuestas que ayuden a enfrentar las crisis que vivimos en México, decenas de asistentes abarrotaron este martes 16 de enero la capilla gótica del Instituto Cultural Helénico de la Ciudad de México.

A través de un mensaje en video, el periodista Leornardo Curzio, conductor de noticieros en radio y televisión de amplia difusión nacional, reconoció que La Belleza Desarmada de Julián Carrón es un libro que no teme mirar a la cara los problemas que vivimos para proponer una respuesta adecuada.
«Es un libro que no puede dejar indiferente a nadie, es un libro profundo, es un libro bien pensado, no es una ensoñación.Este es un libro que refleja años de diálogo contigo mismo, con los demás, una genuina preocupación por los tiempos que vivimos. Es un libro que sitúa como marco el debate contemporáneo, la crisis del hombre contemporáneo, que tiene manifestaciones diferentes», afirmó Curzio.

Julián Carrón, presidente del movimiento Comunión y Liberación, explicó que el libro nació del deseo de compartir alguna de las preocupaciones que ha suscitado la crisis de la que hablaba Curzio, la cual es una preocupación que tenemos todos. «Cuando empezó a hacerse patente delante de mis ojos la crisis que estamos viviendo me parecía que podía ser ocasión de poder compartir con más personas para ayudar a entender la naturaleza del desafío delante del cual estamos. Se habla mucho de la crisis económica y de ahí de otro tipo de crisis, de la violencia, se habla de la corrupción; es una crisis que afecta a muchas de las áreas normales del vivir», dijo Carrón.
Carrón detalló que la crisis que vivimos no afecta sólo una parcela de la realidad, sino que, como ha dicho el Papa Francisco, se trata de un cambio de época. Las evidencias que sostenían a nuestras sociedades se han perdido, tanto a nivel personal como social. Por ello, afirmó: «el libro trata de comprender la naturaleza de la crisis que tenemos delante».

De izquierda, Leonardo Curzio (en video), Josefina Herrera, Julían Carrón y Oliverio González, responsable CL en México

Carrón, recordando a Hannah Arendt, indicó que la crisis puede ser una ocasión de crecimiento, en donde conviene tener una mirada nueva para enfrentar los desafíos y en donde de poco sirve crear muros, que agravan la crisis en lugar de resolverla.
Frente a estos desafíos que se plantean, el cristianismo tiene algo que decir, pero no servirá cualquier versión del cristianismo, no por lo menos un cristianismo reducido a ética ni tampoco una versión dualista en donde la vida vaya por un lado y la fe por otro.
«La ética no está en grado de fascinar lo suficiente la vida como para no caer en la corrupción, entonces si el cristianismo no se convierte en algo que sea tan fascinante como para cambiar la vida, pues entonces no tendrá más qué decir», afirmó Carrón.

Enfatizó que muchas veces se ha visto una forma reducida del cristianismo, que no se hace interesante para nadie. Ocurre lo mismo que con el matrimonio, afirma, donde «nadie se casa para fregar los platos o limpiar el polvo, sino por un enamoramiento, por un atractivo». Y cuando lo que prevalece es ese atractivo, uno puede llegar a meter las manos en los platos sucios o el polvo. Si el atractivo no es lo que prevalece, no bastará llenar las calles de policías, si pensamos por ejemplo en modos de contrarrestar el caos social que vivimos y en las tentaciones que rondan a los jóvenes, como la violencia o las adicciones.

Carrón afirma que lo único que puede despertar a los demás es aquél atractivo que pasa por nuestras personas. Así lo contextualizó al afirmar que Abraham fue elegido por Dios para introducir una novedad en el mundo, pues no decidió la creación de un Estado, sino a una persona. Y luego con Jesucristo se introdujo nuevamente un atractivo por medio de una persona.
«El cristianismo como un encuentro con una presencia fascinante, como los primeros que encontraron a Jesús y que no podían no desear seguirlo, para no perderse la belleza de lo que habían encontrado», dijo Carrón.

Un canto antes del encuentro en el Instituto Cultural Helénico

La periodista Josefina Herrera indicó que la lectura de La Belleza Desarmada fue para ella algo provocador y que le llevó a preguntarse qué era lo que deseaba su corazón.
«Cuando me invitaron a leer este libro, parece pequeño, pero es muy intenso, yo me preguntaba quién es Julián Carrón que me invita a ver a un Cristo más personal, más humano y que además me cuestiona qué es lo que mi corazón desea; perdón, padre, pero eres un provocador, un provocador de la realidad, nos ayudas a valorar nuestro aquí y ahora, a darnos cuenta de cómo estamos, de lo que sucede ante nosotros mismos, pero también nos invitas a estar frente a esta belleza totalmente desarmados», compartió.

En el desarrollo de la charla con Carrón, Herrera abordó algunos de los episodios más oscuros de México, como la violencia, la corrupción y la pederastia, frente a los que Carrón insistió en que el camino para hallar una respuesta parte del reconocimiento del deseo de plenitud que habita en cada persona, pues «sin reconocer esto no se irá al fondo de los problemas».