La enviada de <i>Huellas</i> con Alberto Ruiz-Gallardón <br>y Benigno Blanco.

La familia, desafíos y esperanza

Manuel de los Reyes y Sonsoles Melero

Mañana fría del otoño madrileño que inaugura un amplio fin de semana a pocos kilómetros del noroeste de Madrid, alejados del gran bullicio de la urbe. La Asociación Católica de Propagandistas, y su obra la Fundación Universitaria San Pablo-CEU, ha organizado el XVI Congreso Católicos y Vida Pública, bajo el título “La Familia siempre, desafíos y esperanza”, los días 14, 15 y 16 de noviembre de 2014, en el campus de Montepríncipe de la Universidad CEU San Pablo, de Madrid, coincidiendo con el Año Internacional de la Familia.

La familia se anuncia noticia, buena nueva, ya lo había sido recientemente y parece intuirse una misma música, en sintonía con la III Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, celebrada en Roma el pasado octubre. En ambos eventos una reflexión de largo alcance, la una de carácter pastoral, la otra centrada en la cultura de la familia en un entorno real que arroja luces y sombras, y que vincula inevitablemente familia-sociedad, en una relación causal, porque la familia anticipa el ser y el devenir de la sociedad, como se ha puesto de relieve en el Congreso de Madrid.

Las ponencias generales celebradas en el Aula Magna han estudiado los problemas que se consideran de especial trascendencia para la vida de las familias. Un segundo nivel expositivo se ha desarrollado en las mesas redondas posteriores a las ponencias, en las que han destacado la protección jurídica y social de la familia, vida y familia, su dimensión económica, la familia en la esfera internacional, políticas familiares, familia y educación en libertad, el renacimiento demográfico, solidaridad intergeneracional.

La inauguración del Congreso tuvo lugar en el en el Aula Magna el 14 de noviembre, a las 16h. Tomaron la palabra Carlos Romero, presidente de la ACdP, que nos trasladó un mensaje esperanzador de una primavera de la familia por su carácter insustituible; mons. Fratini, en la línea del Sínodo, manifestó la urgencia de comunicar de forma positiva la belleza del matrimonio y la familia como escuela del más rico humanismo, y mons. Herráez invitó a asumir el compromiso con la cultura de la familia, sin nostalgias del pasado, sin temores del futuro, con una triple mirada desde la fe, el compromiso y la esperanza.

La defensa de la vida y la familia. Con especial atención por parte de todos, Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia, hizo la presentación de Alberto Ruiz-Gallardón, ex ministro de Justicia, autor del proyecto de Ley Orgánica de Protección de los Derechos del Concebido y de la Mujer Embarazada, recientemente retirado y que ha supuesto su renuncia a la cartera de Justicia. Su discurso lleno de evidencias ha sorprendido a muchos, por su claridad y pedagogía expositiva, ha clamado contra el “mal llamado progresismo”, que ataca al más vulnerable, “puesto que no puede haber más progreso que la defensa del más débil” y analizó la vigente Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Ha querido poner el acento en lo que de verdad permanece: “la familia es felizmente indestructible”; tiene vocación de permanencia, de llevar hasta el final el para siempre; el matrimonio sigue siendo el horizonte vital de la juventud. Si la maternidad no se materializa no es por falta de deseos sino por una violencia estructural. Fue muy explícito en sus agradecimientos hacia Benigno Blanco, y mons. Herráez, por su compañía y asesoramiento, así como a mons. Angelo Scola por sus reflexiones sobre familia y educación en el documento elaborado en 2012 con motivo del Encuentro Mundial de las Familias de Milán. Dio abundante información sobre la familia en España y en Europa recogida del informe elaborado por el Instituto de Política Familiar.

En la ponencia de vida y familia, presidida por mons. Mario Iceta, obispo de Bilbao, presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida, Agustín Domingo Moratalla, catedrático de Filosofía Moral y Política, ha apelado al compromiso del católico en la vida pública que supone, a su vez, un compromiso con la razón: “cuidar a los demás puede ser una poderosa forma de inteligencia”, inclinándose por una “estructura del cambio normativo encaminada a promover determinada cultura de la vida y proteger a los más débiles”. Carmen Sánchez Maillo, secretaria académica del Instituto para la Familia del CEU, en su intervención observaba: “Este es el ambiente que respiramos, ideología de género, rechazo de la maternidad, banalización de las relaciones sexuales”, y como consecuencia, muchos barcos tocados y otros muchos hundidos. Pero afirmaba con rotundidad: “Frente a las ideologías que dividen, me quedo con la realidad”, el hombre es un ser familiar; el embarazo, una realidad y una promesa; la familia es el lugar de vida donde todo lo significativo sucede. Pero para introducir en la vida hace falta un porqué, en eso consiste la educación, en mostrar que “la verdad de la vida es el amor y el amor realizado es la belleza”.

Dimensión pública y jurídica. Ha sido especialmente interesante, por su testimonio y por su implicación en la articulación de la sociedad civil en defensa de la familia, la participación de Ludovine Dtheil de la Rochere, presidenta de “La Manif pour Tous”, con su ponencia “Familia y sociedad. Dimensión pública de la Familia” en el Aula Magna, en la mañana del sábado 15, presentada por Isabel Tocino Biscarolasaga, ex ministra de Medio Ambiente (1996-2000). Empeñada en la derogación de la llamada “Ley Taubira”, aprobada en 2013 por la Asamblea Nacional Francesa, a favor del matrimonio homosexual y la adopción de niños por parte de las parejas gays, ha conseguido movilizar en esa plataforma a un conjunto numeroso de organizaciones civiles, católicas, protestantes y musulmanas, poniendo en jaque a la opinión pública francesa al cuestionar: “¿Qué se puede pensar de una democracia cuando un Gobierno no es capaz de escuchar a la sociedad?”. Madre de cuatro hijos, durante ocho años fue responsable de comunicación de la Conferencia Episcopal Francesa. Hoy acusa al Gobierno de François Hollande de tratar de imponer “una deconstrucción de lo que hasta ahora había sido una política familiar de la cual los franceses estábamos orgullosos”.

Protección jurídica y social. En la mesa redonda dedicada a este tema Pedro Núñez Morgades ha señalado la “falta de coordinación entre las instituciones familiares”, asi´ como la “escasa percepción de los fines de la familia, la falta de medidas de conciliacio´n, el aumento de la violencia de género y el déficit de natalidad en España”. El presidente de la mesa, Elio Gallego García, director del Instituto de Estudios de la Familia del CEU, puso el dedo en la llaga al asegurar “que no vivimos solo una decadencia de la familia, sino una deconstrucción de la misma”, al desaparecer del matrimonio su carácter divino, el para siempre del vínculo, y el elemento hombre y mujer en su diferencia. Cuando se ataca al ADN del matrimonio, mutada la célula, desaparece su esencia, las funciones quedan heridas, el padre desplazado, la madre desdibujada. El catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Zaragoza, Carlos Martínez de Aguirre y Aldaz, destacó “el gran número de ayudas personales, económicas e intelectuales que se realizan en el mundo de la familia a día de hoy”, aunque ha apuntado que “los grandes indicadores de calidad de vida familiar, los grandes valores éticos y morales están en descenso”; las prestaciones aumentan y los conflictos no disminuyen ¿Cómo se explica esta paradoja? El apoyo a la familia debe afectar a dos ámbitos, el nuclear y el periférico. El apoyo nuclear va al centro, a la esencia de la familia. Las políticas jurídicas y apoyos periféricos son necesarios pero no van al núcleo del problema. Un ejemplo puede ayudar a entender: “un explorador pretende dirigirse al Polo Norte en su trineo ayudado de su brújula, pero cada vez constata que se aleja más de la meta. Acabará descubriendo que está situado sobre un iceberg que a mayor velocidad se desplaza hacia el sur”. El iceberg es el núcleo y el trineo son las políticas periféricas. La conclusión es meridiana, no podemos renunciar al trineo, pero mucho depende del corazón de la propuesta.

Fuente de vida. Vivimos un invierno demográfico. Así lo ha afirmado el presidente de la Fundacio´n Renacimiento Demogra´fico, en la mesa redonda sobre el tema, presidida por el representante de Schoenstatt, Fernando Corta´zar. En 2040 la poblacio´n estara´ compuesta por un 40% de mayores de 60 an~os y un 15% sera´n menores de 21. Las familias numerosas, como ha afirmado Eva Delgado, presidenta de dicha Federación, ante un problema de tal magnitud contribuyen a “garantizan el relevo generacional, equilibran la pira´mide demogra´fica y reactivan la economi´a”. Ha defendido que el Gobierno deberi´a incentivar poli´ticas familiares que favorezcan un clima de libertad y favorable para aquellos que deseen tener hijos. La familia siempre ha sido un recurso social de primera magnitud, ella no es el problema sino la solución, a condición de que la familia sea ella misma, porque por su propia naturaleza es fuente de vida y solidaridad intergeneracional, donde cada generación interactúa respecto a la precedente, abuelos, y la posterior, representada por los hijos.

El Manifiesto final. En él han quedado recogidas sus conclusiones: la afirmación de la familia en sus líneas esenciales como unión y comunión de hombre y mujer, comprometidos en la transmisión de la vida. Reconocimiento de la familia como principal escuela de humanidad, donde los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos. Denuncia de la intromisión del Estado en la educación afectivo-sexual de los niños y jóvenes, imponiendo la “ideología de género”. Denuncia de la falta de políticas familiares justas y adecuadas en nuestra sociedad, reclamando una atención prioritaria en el marco de su defensa y necesidades: conciliación trabajo-familia, protección de la vida y educación; exigiendo de las administraciones públicas legislaciones congruentes con su identidad, políticas sociales hacia las familias con especiales dificultades, políticas laborales acordes con la dignidad de las personas y su desarrollo en el ámbito familiar, leyes que defiendan la vida del no nacido. Y un mensaje que expresa admiración hacia un sinfin de familias por tanta fidelidad generosa, en su unión y ayuda mutua y cercanía hacia aquellas otras rotas y desunidas, desde el querer de Dios, que se ha revelado en el amor, imprimiendo en el hombre y en la mujer por medio del sacramento el carácter indeleble de su amor, que nos configura a su imagen. La familia de Nazaret se ofrece a las familias como el modelo fecundo a seguir del que nace su misión y testimonio y del que se espera esa renovación de la familia cristiana.


PARA SABER MÁS:
La página web del Congreso Católicos y Vida Pública