¿Existe un límite para aprender?

Carta desde Peguerinos (Ávila), donde un grupo de jóvenes de primero a tercero de Educación Secundaria participaron en un campamento, del 24 al 30 de junio.

Es una alegría poder ir a Peguerinos cada año y que cada año me lleve muchas cosas nuevas y buenas para mí. ¿Existe un límite para aprender?

En primer lugar, solo este año es cuando de verdad me he parado a pensar que las personas que preparan el campamento lo hacen por nosotros. Por mí, por ti y por cada uno de nosotros. Los jueces, los pinches y los responsables están aquí por cada uno de nosotros, y no solo eso, sino que también por ellos, porque disfrutan y siguen caminando.

Me doy cuenta de que soy una persona que no se conforma con poco. Después de haber vivido cosas enormes, me espero mucho más de algunas cosas, las cuales luego me decepcionan. Tener grandes deseos puede producir grandes decepciones. Pero por lo que me han dicho aquí Marta Marqués, Luisa, Jesús Úbeda…, el poder de tu deseo es mucho mayor que cualquier preocupación, y lo de no conformarse con poco después de haber visto algo enorme significa que estamos bien hechos, que tenemos un corazón sano. Muchas de estas cosas que me pasan y pienso las puedo compartir con amigos. ¡Amigos! Aunque sean de otra procedencia y no les conozca tanto, veo amistades verdaderas e increíbles. Es alucinante cómo puede influir en tu vida una buena amistad, cómo puede cambiarte, hacer las cosas nuevas. Estas amistades solo salen adelante y se sostienen por un factor común: Dios está entre estos amigos. Él nos sostiene. Es increíble cómo Dios actúa a través de las personas, cómo sin Él no seríamos capaces de hacer casi nada. Esto es justo lo que nos decía Jesús Úbeda: «si todo no tiene que ver con Alguien Grande que nos ama, todo es muy poco y sirve de muy poco. Con Aquel que nos ama, TODAS las cosas se vuelven apasionantes». Yo estoy flipando con esta Amistad que hace las cosas nuevas y se sostiene por Dios. Todavía no llego a entender perfectamente lo de la tercera dimensión, pero la vida es un camino, y todo va a su tiempo.

Me impresionó la unión que se veía entre los universitarios cuando cantaron, y lo bonito que fue. A mí me gustaría poder disfrutar así del canto con mis amigos. El Señor ha hecho algo entre los universitarios, algo Grande que quiero que también haga en mí y en mis amigos. Quiero decir mucho más de lo que parece en estas pobres palabras. Lo que ocurre y me ha ocurrido a mí con los Amigos y con Dios es… apasionante.

La confesión de este año ha sido la más bonita que he tenido nunca, seguida de la del año pasado en Peguerinos. Me recuerda que soy humana, que ir buscando la Misericordia de Cristo es mucho más grande que ser perfecto, y que habiéndome encontrado esta pedazo Compañía que me acompaña hacia esto tan Grande, que no me despegue de ella. Y no lo voy a hacer. Como Sam con Frodo.

Por último, aunque quiera decir muchas más cosas, termino destacando lo que dijo Juan sobre las canciones cuyas letras nos explicó. A mí también me pasa. «Alguien que no me conoce escribe cosas que hablan de mí».

Esta conexión y unión entre personas que no se conocen solo puede ser concebida por Cristo y, como me dijo Tommaso, repito yo ahora: no os separéis de Él.

Ana Monsalve