Mensaje a Monseñor Luigi Negri con motivo de la inauguración del bajorrelieve dedicado a don Giussani (San Leo, 1 de abril de 2013)

Julián Carrón

Queridísimo Luigi:
Te doy las gracias por haber querido recordar con este signo la presencia de don Giussani en San Leo, en donde, durante años, miles de jóvenes revivieron con él el misterio de la muerte y la resurrección de Cristo.
La Semana Santa que acabamos de celebrar ha hecho crecer en nosotros la conciencia de que la única razón de vivir es seguir a Jesús, unir nuestros pasos a los suyos, con el deseo de identificarnos con la vida de aquel joven hombre al que ni siquiera la muerte pudo separar del vínculo con el Padre. Como nos ha invitado a hacer el papa Francisco, «sigamos a Jesús. Nosotros acompañamos, seguimos a Jesús, pero sobre todo sabemos que Él nos acompaña y nos carga sobre sus hombros: en esto reside nuestra alegría, la esperanza que hemos de llevar a este mundo nuestro» (24 de marzo de 2013).
Aquellos de entre nosotros que participaron al menos una vez en un Vía Crucis guiado por don Giussani pudieron hacer esta experiencia. Cruz y resurrección, el ciento por uno pasa a través de la entrega de sí a Aquel que es nuestra alegría.
Durante toda su vida, don Giussani nos testimonió que ceder al atractivo de Cristo nos hace hombres, y nos permite comer y beber, velar y dormir, vivir y morir con una intensidad y una verdad incomparables.
Pidamos a la Virgen seguir nuestro camino allí donde el Señor nos llame a vivir nuestra fe, siguiendo al Papa y en la memoria viva de don Giussani, para arrastrar con nosotros hacia el Destino a todos aquellos que se crucen en nuestro camino.
Con amistad,