Javier Prades: 'Necesitamos espacios de reconocimiento'
Javier Prades, rector de la Universidad Eclesiástica de San Dámaso, presenta el libro "Dar testimonio. La presencia de los cristianos en la sociedad actual" en la Fundación Rafael del Pino. En el acto de presentación intervienen Carlos Granados, director de la Biblioteca deAutores Cristianos; Víctor Pérez Díaz, presidente de Analistas socio-políticos; Amelia Valcárcel y Bernaldo de Quirós, catedrática de Filosofía moral y política de la UNED; Jon Juaristi Linacero, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Alcalá de Henares; y Juan José Gómez Cadenas, profesor de investigación del CSIC.
¿Por qué este libro?
El libro nace de mi trabajo en el ámbito de la enseñanza y de las publicaciones teológicas, sobre una cuestión que en estos últimos años ha adquirido mucho interés para mí por dos motivos principales: por un lado el deseo de seguir comprendiendo la naturaleza propia del cristianismo, tal y como lo he conocido en mi propia experiencia, es decir, un encuentro con el Misterio de Dios que cambia el horizonte de tu vida y le da una orientación nueva. Con el deseo de comprender su razonabilidad: cómo es posible que un encuentro así sea tan profundo que cambie tu vida para siempre. Ese es el primer aspecto, comprender por qué ese método de comunicación de Dios puede ser razonable. Y aquí entra el segundo aspecto: si el encuentro con Cristo tiene esa naturaleza, el testimonio aparece como una forma adecuada para comunicarlo a otros porque no sólo respeta la razón y la libertad del interlocutor sino que la potencia. Por eso en estos últimos años he querido hacer este trabajo que me ayuda a comprender la experiencia cristiana y, por lo tanto, la forma de su comunicación.
¿Qué valor tiene el testimonio de cara a la sociedad actual?
La sociedad actual es una sociedad plural, como se recoge en el subtítulo del libro, donde existen muchos puntos de vista. Los cristianos queremos comunicar una experiencia de significado de la vida, que tiene la pretensión de ofrecer una verdad atractiva sobre el hombre y sobre la realidad de tal manera que no sólo respete al máximo la libertad del otro sino que la suscite, la provoque, como sucede con la belleza cuando la reconocemos: nos atrae. Por eso en una sociedad plural el testimonio, cuyo culmen es el martirio, es una forma adecuada para comunicar la experiencia cristiana. Ves que en el otro ya está presente lo que deseas para tu vida, y te acercas con curiosidad y deseo.
¿Por qué ha elegido a estos invitados?
Son personas con las que tengo relación a través de encuentros que se han ido produciendo en circunstancias distintas. Encuentros no previstos que me han permitido reconocer en ellos una sensibilidad, una disponibilidad al diálogo y al interés por lo humano y por nuestra sociedad. Son personas de distintos ámbitos de las humanidades, desde la sociología a la literatura, o la filosofía moral y política, y también de las ciencias experimentales. Personas de gran reconocimiento social y que en este diálogo -que nace de un encuentro- han aceptado hablar sobre los contenidos del libro. Por eso me ha parecido que era una forma de presentarlo, no solo con las personas más cercanas por así decirlo a la vida cotidiana de la Iglesia, sino dirigirlo a personas que representan hoy posturas diferentes en la vida social española. Necesitamos fomentar estos espacios de diálogo y de reconocimiento.