En vísperas del encuentro del Papa con los movimientos y nuevas comunidades. Entrevista a Julián Carrón
A cargo de Debora Donnini
Más de 120.000 personas se espera que se den cita en la plaza de San Pedro para la Jornada de los movimientos, de las nuevas comunidades, de las asociaciones y agregaciones laicales. El presidente de la Fraternidad de CL responde a las preguntas de Radio Vaticana
¿Cómo se están preparando en el movimiento para el encuentro de este sábado?
Con el deseo de ir al encuentro del Papa para que nos sostenga en la fe en este año, dedicado precisamente a la fe.
El 98 fue un momento muy importante, también en Pentecostés, de encuentro de los movimientos y las nuevas realidades eclesiales con Juan Pablo II. ¿Puede haber algún tipo de vínculo o hilo conductor entre estos dos momentos?
Me parece que sí. Aunque con una naturaleza diferente, en el fondo, se trata de un encuentro de los movimientos y las realidades eclesiales con el Papa. Este año tiene la peculiaridad de ser el Año de la Fe, que es como añadir tal vez una conciencia más aguda de qué quiere decir para la fe católica el vínculo con Pedro.
En Pentecostés, el gran “protagonista” es el Espíritu Santo. ¿Existe de hecho un vínculo muy fuerte entre el Espíritu Santo, los movimientos y las nuevas realidades eclesiales?
Absolutamente, sí, porque los movimientos y las realidades eclesiales son fruto de la potencia del Espíritu. El carisma es un don del Espíritu Santo, dado a la Iglesia para su renovación constante. Y esto es lo que también vamos a pedir al Espíritu Santo: que nuestras vidas puedan ser regeneradas más allá de nuestra constante caída humana, normal. Por eso vamos, como en una suerte de peregrinación, a pedir esta gracia al Espíritu Santo, junto a todas las demás realidades eclesiales, con el Papa.
El Papa ha dicho en la misa celebrada en Santa Marta que es importante que haya cristianos con celo apostólico, no «cristianos de salón», sin el coraje necesario para turbar las aguas demasiado tranquilas. ¿Qué significa esto para Comunión y Liberación, también en relación a este encuentro de Pentecostés, del Espíritu Santo?
Para nosotros significa ante todo dejarse renovar por la potencia del Espíritu, para que nosotros podamos llevar esta diferencia, que podamos verdaderamente turbar o perturbar el ambiente en el que vivimos, en la medida en que nosotros nos dejemos perturbar por la potencia de Dios. Para poder responder a esta invitación del papa, debemos ser distintos nosotros mismos, para que esta criatura nueva, que Cristo ha venido a generar, pueda introducir en la realidad esta diferencia.