Elecciones en Brasil. El manifiesto de la comunidad local de CL

Comunión y Liberación Brasil

LA POLÍTICA ES PARA TODOS


Nos acercamos a otra cita electoral y estamos tentados de pensar que la política no es para nosotros, personas normales, sino sólo para los políticos. Corremos el riesgo incluso de creer que votar es tan sólo una obligación más y que nuestro voto sirve de poco o nada.
¡No es verdad! Cada vez que estamos llamados a las urnas, se nos está provocando, como ristianos, a dar razones de nuestra fe. La política es una de las formas más eficaces para incidir en la realidad y construir una sociedad nueva. Si no nos interesamos por la política, esta será utilizada por personas que no se preocupan por el bien común sino por sus intereses particulares, y esto genera inevitablemente corrupción.

Como cristianos, estamos llamados a cambiar esta realidad, a participar en la vida política de nuestra comunidad, ciudad, estado y país. Estamos llamados a vivir la vida pública a la luz del Evangelio.
Vivimos en una sociedad que nos empuja a preocuparnos sólo por nuestra vida, a profundizar cada vez más en un individualismo que nos aleja de todo y de todos.
Cristo nos llama a una actitud comunitaria, a construir relaciones humanas verdaderas, donde podamos entender el verdadero significado del compartir, no sólo bienes, sino la propia vida.

El cambio político no pasa sólo por aquellos que son elegidos, sino por la actitud de cada uno de nosotros, que debemos educarnos para hacer de la vida un servicio al otro, al participar en las actividades sociales y comunitarias, que nos convierten en auténticos sujetos de transformación.
Y nuestra opción, la opción de aquellos que dirigen nuestros destinos en la vida pública, debe basarse en estos principios. No necesitamos “salvadores de la Patria”, sino personas que incentiven y refuercen a las agregaciones sociales, principalmente aquellas que son ejemplo de servicio a los demás, de construcción de comunidades verdaderamente solidarias, ejemplos de vida cristiana.
1 – Debemos ayudarnos a elegir a personas que defiendan la vida y el bien común, que reconozca el valor de la persona. Políticos que pertenezcan a un pueblo y que realmente defiendan sus intereses. Esta pertenencia es fundamental para mantenerse rectos en la vida pública.
2 – Queremos gobiernos que reconozcan esto y que ayuden a construir esta realidad. No queremos gobernantes que crean que les toca a ellos decidir qué es buento para todos.
3 – Queremos que cada uno comprenda que debe ser protagonista de su propia historia, que mediante el servicio a los demás aprenda el verdadero significado del amor y de la donación, pues sólo así construiremos comunidades verdaderamente cristianas, constructoras de justicia, verdad y paz.

Comencemos ayudándonos a elegir a personas que viven así.
Es la construcción del bien común que queremos, pues ya hacemos esta experiencia y se la ofrecemos a todos como ejemplo.