El manifiesto de CL Rusia tras el atentado al tren directo a San Petersburgo

LIBERTAD DE DIOS Y LIBERTAD DEL HOMBRE

Esta mañana, con la noticia del atentado al tren directo a San Petersburgo, un sentimiento de injusticia e impotencia sacude nuestro ánimo, y nos hace preguntarnos el porqué de todo esto. Esta tragedia nos hace ir al corazón de qué es la vida del hombre y en qué consiste.
Dios es tan misteriosamente respetuoso con la libertad del hombre que permite que este busque la felicidad incluso mediante acciones que son objetivamente erróneas y causa de mal.
Frente a todo este dolor, nos reconocemos dependientes; no podemos ni devolver la vida a los muertos, ni cambiar la trágica posición humana de aquellos que han provocado todo esto.
Sin embargo, ¡cómo grita nuestro deseo de justicia, el deseo de que la vida se cumpla, que el hombre pueda seguir el Bien para el que está hecho! “¡Misterio eterno de nuestro ser!”. Para nosotros, la vida es diálogo y relación con este Misterio que, al nacer, lleva al mundo una esperanza de certeza de bien que nos permite esperar incluso ante la tragedia más terrible.
Sólo al reconocer a Dios que se encarna y que permanece en la historia a través de su Iglesia, los hombres, hermanos, se descubren como son, necesitados de Aquel que es el único que responde completamente al deseo de bien que constituye al hombre, sosteniéndose y acompañándose en la aventura de la relación con Cristo, el Dios-hombre.

28 novembre 2009