El cristianismo se transmite por envidia
Julián Carrón y Alberto Savorana han presentado esta mañana la primera biografía del fundador de Comunión y Liberación: “Luigi Giussani. Su vida”. Se trata de un libro amplio (1.395 páginas) que pretende ser un intento de contar quién era y cómo vivió el fundador de este movimiento eclesial.
Se ofrecer intervenciones, diálogos, cuadernos de apuntes y correspondencia familiar. También cartas a amigos, obispos y pontífices e incluso testimonios de quienes pueden reconstruir ciertos momentos importantes de su vida.
Reconozco que no fui muy convencido a la presentación de la obra y que durante el acto me venía a la mente una sola pregunta: ¿Servirá para algo un libro como éste? ¿Tienen algo en común los jóvenes de la época de Giussani con los jóvenes de ahora? ¿Podrán entender los jóvenes de hoy lo que es el encuentro, la presencia, la encarnación o el acontecimiento histórico?
Julián Carrón contestó a todas mis dudas con una frase genial, robada de D. Luigi Giussani: “Cuando era profesor, decía a mis alumnos que el cristianismo se transmite por “envidia”, porque una persona que ve a otro vivir con alegría, intensidad y gusto, desea esa vida para él”.
Los jóvenes de antes no son los mismos que los de ahora, pero D. Luigi Giussani ya supo entender esta problemática y se explica muy bien en el libro. “Ya en los años 90, D. Giussani vio los problemas de la emergencia educativa”, explicaba en la presentación Julián Carrón, que ya vio que existía una debilidad de conciencia, una debilidad afectiva en la que la tradición se iba perdiendo.
“El Cristianismo se comunica viviéndolo, no explicándolo”, mostraba Julián Carrón que muestra que sólo así se consigue educar y suscitar interés. Luego vendrá la parte de verificación, la de aquel que ve la alegría del cristiano y quiere saber si eso es posible, si se puede vivir. “El cristianismo no es una doctrina, es un acontecimiento que sucede en la vida”, volvía a recalcar el Presidente de la Fraternidad Comunión y Liberación.
Por envidía, por envidia…sigo pensando mientras escribo esta crónica y es que esa respuesta, esta mañana, me dejó desarmado.
Los jóvenes quieren ser como San Francisco de Asís, pero no porque quieran ser pobres; quieren ser como Santa Teresa de Jesús, pero no porque quieran vivir en un monasterio y ser místicos; quieren ser como los misioneros y no por su vida llena de peligros; quieren ser como los modelos que tiene alrededor por envidia: si denotan alegría, la intensidad y el gusto por la vida.
En la biografía de Luigi Giussani, escrita por Alberto Savorana y publicada por Encuentro vamos a encontrar una vida abierta y llena de alegría. La historia de quien deja una carrera teológica prometedora para dar clases en un instituto, la de quien vivió la crisis del 68 o las historias eclesiales, sociales y políticas de la época e incluso una dura enfermedad. Una vida que merece la pena ser conocida e incluso porque no…tenerle un poco de sana envidia.