El oso y el Papa

El Mundo
Pedro J. Ramírez

Han pasado más de siete años pero aún debo de guardar, fosilizada en algún sitio, la mueca de estupor que se me dibujó en el rostro cuando la primera vez que me invitó a La Moncloa, justo antes de sentarnos a cenar, Zapatero me hizo la última pregunta que podía esperar escuchar en aquel sitio: "Oye, ¿tú crees en Dios?".