Comunicado de prensa dos años después de la muerte de don Giussani

Oficina de prensa de CL

En el segundo aniversario de la muerte de don Luigi Giussani y el 25° del reconocimiento pontificio de la Fraternidad de CL, se celebrarán misas, promovidas por Comunión y Liberación, en Italia y en el mundo con esta intención: «Que don Giussani interceda por nosotros para que vivamos su misma “apertura incansable y unidad fidelísima”, como tensión apasionada al servicio de la Iglesia, nuestra madre, en obediencia al Papa y a todos los obispos en comunión con él, por la santidad de todo el movimiento y la felicidad de todos nuestros hermanos los hombres».
Destacamos de forma particular la celebración que presidirá el 22 de febrero –fiesta de la Cátedra de San Pedro– el card. Dionigi Tettamanzi en el Duomo de Milán.

Con ocasión del 25º aniversario del reconocimiento pontificio de la Fraternidad de CL, Benedicto XVI ha concedido una audiencia a todo el movimiento, que tendrá lugar el sábado 24 de marzo en la plaza de San Pedro, Roma. Por este motivo, Julián Carrón, presidente de la Fraternidad de CL, ha enviado una carta a todo el movimiento. Dice así:

Queridos amigos:
enormemente agradecidos por el inmenso don que nos hace el Santo Padre al conceder una audiencia a todo el movimiento, en la Plaza de San Pedro, el próximo 24 de marzo, con ocasión del XXV aniversario del reconocimiento pontificio de la Fraternidad, deseamos de todo corazón corresponderle con una preparación adecuada a la magnitud del acontecimiento.
Todos somos muy conscientes de la importancia de la figura del Sucesor de Pedro para la vida de la Iglesia. Él es el punto de referencia inquebrantable de nuestra fe, sin el cual ésta decaería en una de las muchas variantes ideológicas que dominan el mundo. El poder del Espíritu, ligado a su ministerio, es la garantía de la presencia de Cristo en la historia. Con esta conciencia debemos presentarnos ante el Santo Padre, con aquella devoción de hijos a la que hemos sido educados.
Nuestro gesto quiere ser un reconocimiento de lo que el Papa representa para nuestra vida y una expresión de nuestro deseo de seguirle. Ir a Roma es un signo de adhesión sencilla y total a su persona y a su magisterio, por el que estamos tan agradecidos. ¡En cuántas ocasiones hemos sentido que sus palabras sostenían nuestra vida!
Además, Papa Benedicto ha tenido y tiene una relación tan singular con nuestra historia que le sentimos especialmente cercano. Nos conoce bien, al igual que conocía bien a don Giussani: todos tuvimos ocasión de verlo en su funeral. El hecho de que nos conozca bien nos permite acudir al encuentro con el Santo Padre con la esperanza segura de que nos dirigirá una palabra que iluminará nuestro camino, en este momento tan decisivo de nuestra historia, de la historia de la Iglesia y del mundo. Todos sabemos lo que ha significado para nuestra experiencia el mandato de Papa Juan Pablo II, con ocasión de la audiencia por trigésimo aniversario del movimiento, en 1984: «Id a todo el mundo a llevar la verdad, la belleza y la paz que se encuentran en Cristo Redentor».
Preparémonos al encuentro con Benedicto XVI pidiéndole a la Virgen, en el Angelus cotidiano, y a don Giussani una disponibilidad llena de atención a escucharle y a seguirle.
Un abrazo lleno de afecto para cada uno de vosotros
don Julián Carrón